La financiación de una empresa
Las fuentes de financiación de las compañías se pueden distinguir por su período o por su origen. Por ejemplo, una fuente de financiación será a corto plazo si dura menos de un año y a largo plazo si dura más.
En cuanto al origen, podemos distinguir entre fuentes de financiación internas y externas. Las fuentes internas son aquellas que se nutren de recursos propios. Los casos más habituales son el capital social, las ampliaciones de capital, las reservas, los remanentes, los beneficios o los ajustes contables. En condiciones normales, es aconsejable que con los recursos propios podamos trabajar cotidianamente.
Ahora bien, hay otras fuentes de financiación para empresas que van más allá de las propias. Son las llamadas fuentes de financiación externas. A continuación, les damos más detalles de cómo funcionan y lo que suponen.
Fuentes de financiación externas para empresas
En los últimos años ha habido una diversificación de las fuentes de financiación externas. Las consecuencias prácticas son la reducción de los intereses y los riesgos que asumen las compañías. Son varias las posibles vías de financiación que conviene conocer:
1. Entidades financieras
Las entidades financieras siempre han sido la principal fuente de financiación para las empresas. Sobre todo las PyMEs, muchas veces fuera de la posibilidad de entrar en mercados bursátiles o en otras alternativas han utilizado los créditos bancarios.
Según datos del Banco Central Europeo (BCE) es notable como en los últimos años a nivel europeo están tomando protagonismo otras vías de financiación para empresas.
Las líneas o pólizas de crédito son una opción para que las empresas accedan a financiación puntual. Ya que esta fórmula está sujeta a una necesidad temporal. Además siempre es recomendable hacer un buen análisis financiero tanto de la necesidad de la empresa como de las condiciones del crédito bancario.
2. Instituciones públicas
Las instituciones públicas también aportan financiación a los negocios privados, tanto a PyMEs como grandes empresas.
Una de las opciones de financiación de las instituciones públicas es la subvención. Esta alternativa está condicionada a una determinada cuestión de crecimiento, por lo que será más fácil garantizar la viabilidad de la empresa.
Los créditos pueden ser concedidos por organismos públicos como el ICO (Instituto de Crédito Oficial). Esta forma de cubrir las necesidades de financiación se centra en inversiones o apertura de nuevos mercados. Pero no es una alternativa para refinanciar deudas.
3. Fuentes particulares
La financiación por parte de particulares es una posibilidad que está creciendo. Podemos destacar las fórmulas del pagaré o las tres F (friends, family and fools).
El pagaré es un documento por el que una empresa que ha recibido un dinero en préstamo se compromete a devolver esta cifra más unos intereses pasado un tiempo.
Las tres F (friends, familiy and fools) es la fórmula de financiación más rudimentaria. En la pequeña empresa es habitual que se pida dinero a familiares, amigos y personas que apuesten por sus titulares. Esta puede ser una buena manera de conseguir financiación a corto plazo, pero aporta riesgos en ambos lados. Hay que tener en cuenta que se debe firmar un contrato de préstamo con sus pertinentes particularidades.
4. El crowfunding y el crowdinvest
El crowdfunding consiste en financiarse a través de un grupo de personas que creen en la viabilidad del negocio de nueva creación. Seguramente ha conocido online alguna plataforma de financiación por crowdfunding. Los inversores particulares pueden también participar en esta clase de inversiones ya que no necesariamente existe un importe mínimo.
Por su parte, se conoce como crowdinvest a un modelo similar al crowdfunding pero que no siempre se asocia al inicio de una empresa. Los inversores compran participaciones de la empresa aportando un capital determinado.
6. Business angels
Los business angels son profesionales o empresas que están dispuestas a aportar financiación a otras empresas. Su ventaja es que, además de aportar capital, también suelen aportar unos conocimientos que pueden ser muy valiosos para la estrategia y gestión de la empresa.
Los inversores adoptan un rol comprometido con la empresa o el proyecto empresarial y se involucran activamente.
Conocer las fuentes de financiación para empresas es fundamental para tomar decisiones con criterio. Hay una eclosión de fuentes de financiación externas que permiten romper con el cerco tradicional de la banca. Sin embargo, siempre es recomendable contar con asesores financieros profesionales para evitar riesgos además de tener en cuenta las particularidades fiscales y jurídicas de cada fuente de financiación.